Hay tres temas iniciales, básicos en la creación del texto de este espectáculo.
A. El motivo raíz que genera la creación de mis obras, que alimenta el crecimiento del texto y de las imágenes posteriores, suelen ser preguntas personales en relación con el mundo, con los demás.
En este proceso, la pregunta gestora fue: ¿ME QUIEREN?
Esta pregunta arrastraba tras de sí otras: ¿No me quieren? ¿Por qué me quieren? ¿Qué tengo que hacer para que me quieran?..
Son preguntas básicas que nos hacemos desde que empezamos a razonar e incluso antes, porque desde que somos bebés, accionamos para que nos quieran, para que nos protejan. Y nos repetimos estas preguntas, con todas sus variantes, durante toda la vida.
B. El lenguaje poético en la infancia: Son múltiples los ensayos que nos hablan sobre la poética en el lenguaje infantil, pero es difícil encontrar en escena personajes que representen a niños o a niñas y que su manera de hablar esté impregnada de esa sustancia poética.
El gusto del niño por las palabras es natural y está inicialmente más en función de sus formas y sonoridades que de sus significados. Para él resulta atractivo jugar con las palabras que ha captado en una conversación con los adultos. Las repite, las asocia con otras, las desmenuza en sílabas, las tararea, aunque a menudo no las comprenda. Este engranaje que realizan, cuando los significados no están completamente definidos, generan multitud de expresiones poéticas, de las que vamos distanciándonos a medida que crecemos
C. Dar voz a las reflexiones y pensamientos que en la infancia se tienen sobre el mundo. La muerte, el poder, la soledad, el amor, el bien y el mal, la mentira… no son temas exclusivos de la edad adulta. Porque los niños y las niñas piensan y pueden expresar, si los escuchamos, sus opiniones sobre estos temas con sus propias palabras, llenas de espontaneidad, humor, lógica y poesía.
Y me puse a imaginar a una infancia en escena que expresara sus sentimientos como casi ningún adulto puede ya hacerlo, con una riqueza y una capacidad de juego con las palabras, que perdemos al reconocer exactamente su significado. Con capacidad para pensar sobre la vida, sobre su vida y todo lo que les rodea, buscando explicaciones al mundo en el que viven, compensando lo que no conocen con toda la fantasía y la poesía de la que son capaces.
Este ha sido mi reto. Ya veremos hasta dónde somos capaces de llegar.